En el mundo de las redes domésticas, dos dispositivos suelen confundirse: los routers y los puntos de acceso. Si bien ambos permiten conectar dispositivos a internet de forma inalámbrica, hay diferencias clave que determinan cuál es el adecuado para cada caso.
¿Qué es un router?
Un router funciona como el centro de control de tu red. Es el dispositivo que se conecta a tu módem y recibe la señal de internet. Luego, el router la distribuye a todos los dispositivos conectados a la red, ya sea por cable Ethernet o por Wi-Fi.
Las funciones principales de un router incluyen:
- Asignar direcciones IP: Cada dispositivo conectado a la red necesita una dirección IP única para poder comunicarse con internet y entre sí. El router se encarga de asignar estas direcciones.
- Gestionar el tráfico de red: El router controla el flujo de datos entre tu red y internet, asegurándose de que cada dispositivo reciba la información que necesita.
- Proteger la red: La mayoría de los routers incluyen funciones de seguridad como firewalls y protección por contraseña para evitar accesos no autorizados.
¿Qué es un punto de acceso?
Un punto de acceso, como su nombre lo indica, crea un punto de acceso a una red inalámbrica. Se conecta a un router existente, ya sea por cable o de forma inalámbrica, y amplía el alcance de la señal Wi-Fi.
Las funciones principales de un punto de acceso incluyen:
- Extender la cobertura Wi-Fi: Si tu router no tiene suficiente alcance para cubrir toda tu casa u oficina, un punto de acceso puede ampliar la señal a áreas donde la conexión es débil o inexistente.
- Mejorar el rendimiento de la red: En áreas con muchos dispositivos conectados, un punto de acceso puede ayudar a distribuir la carga y mejorar el rendimiento general de la red.
¿Router o punto de acceso? ¿Cuál elegir?
La elección entre un router y un punto de acceso depende de tus necesidades específicas:
Si necesitas una nueva red doméstica o de oficina: Un router es la mejor opción. Te proporcionará conexión a internet y la capacidad de conectar varios dispositivos.
Si quieres ampliar la cobertura de tu red Wi-Fi existente: Un punto de acceso es la solución ideal. Te permitirá extender la señal a áreas donde el router no llega.
Si necesitas una red de alto rendimiento: Si tienes muchos dispositivos conectados a tu red o necesitas un ancho de banda alto, puedes considerar un sistema de red Wi-Fi mesh. Este tipo de sistema utiliza varios puntos de acceso que trabajan juntos para crear una red uniforme y de alta velocidad.
